lunes, 25 de mayo de 2015

700 noches

A Joaquín Sabina le llevó 19 días y 500 noches aprender a olvidarla. A mí me ha llevado 21 días y 700 noches aprender a recordar lo mucho que echaba de menos este blog. Y sí, pensaréis que no me importaba, que lo dejé abandonado una noche de verano y que nunca, nunca, nunca más me acordé de todas las caricias y todas las alegrías que me había dado. 
Creo que no ha pasado ni una sola semana en la que no me acordara, aunque fuera fugazmente de él, de este cajón de sastre donde guardo todos aquellos trajes que quise ponerme alguna vez, todas aquellas vidas que, quizá, nunca llegue a vivir.
Como todos nos merecemos una segunda oportunidad y a pesar de la creencia popular de que segundas partes nunca fueron buenas, creo que ha llegado el momento de que estas profesiones frustradas sean tratadas como se merecen, sigan fluyendo de mi cabeza a la vuestra y consigan, aunque sea de soslayo, arrancaros una sonrisa. Pero sobre todo, consigan haceros pensar sobre lo que un día quisisteis ser y no fuisteis, lo que a día de hoy sois y no seréis, y lo que podéis llegar a ser casi sin saberlo.
A partir de ahora, estad pendientes a vuestras pantallas porque De profesiones frustradas y otros demonios va a preparar una buena o, por lo menos, a intentarlo. 
Aquí, mi nueva casa. http://www.cmdesign.es/profesionesfrustradas/